domingo, 7 de junio de 2009

EL USO DE LOS JABONES



Antes de comer, deberías siempre lavarte las manos con agua y jabón ya que, aunque no te lo parezca, no están del todo limpias. Luego, cuando estés comiendo, puede ser que algo te salpique o se caiga y te manches la ropa; entonces tendrás que echarla a la lavadora, donde actuará otro tipo diferente de jabón: el detergente.
¿CÓMO ACTÚAN LOS JABONES?
Un jabón es una sustancia que limpia disolviendo las impurezas, y que se fabrica haciendo cocer hasta fundirse una mezcla de grasas vegetales o animales y aceites.
Los detergentes que usamos en las lavadoras extraen la grasa de las manchas sin destruirla. En el agua quedan flotando gotas de grasa, que serán arrastradas por ella cuando se produzca el desagüe de la máquina.
Los modernos detergentes son sustancias biodegradables, es decir, que no contaminan el medio ambiente, pues son atacadas por microorganismos (bacterias) en desagües, plantas de tratamiento de aguas residuales y en el propio suelo, que las convierten en otras sustancias más simples y menos nocivas.
TIPOS DE JABONES
Los jabones se clasifican en:
Jabones duros, compuestos por sales de sodio.
Jabones blandos, compuestos por sales de potasio.
Los jabones que se usan, por ejemplo, para lavar objetos y ropa son jabones duros, elaborados a partir de sebos y grasas animales, que son materias primas de bajo coste. Si su elaboración no es cuidadosa, pueden contener restos de sosa cáustica, que es una sustancia corrosiva, y por tanto peligrosa cuando está muy concentrada.
Los jabones y espumas de afeitar, los champús y geles de ducha, y las pastas dentífricas son jabones blandos.
Los jabones de tocador se elaboran a partir de aceites vegetales como los de coco, palma y oliva. Estos aceites se someten a un proceso de refinado para eliminar los restos de sosa cáustica que pudieran contener, ya que dañarían la piel.

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